Tras más de dos décadas, la Fundación Terpel se ha enfocado en llevar educación a muchos puntos del país, consolidándose como una de las organizaciones empresariales más influyentes en la transformación del aprendizaje y la formación docente en Colombia.
Marcela Montoya Ortiz, directora ejecutiva de la fundación, explicó que el año pasado marcó un hito para la organización. “Cumplimos 20 años de trabajo y presencia en más de 142 municipios del país, desde Leticia hasta el Vichada, Inírida y Chocó, con programas diseñados para mejorar las competencias de los niños en matemáticas, lenguaje y liderazgo”, señaló.
El enfoque principal de la Fundación Terpel es fortalecer las habilidades docentes y directivas, impulsando prácticas de aula innovadoras que motiven a los estudiantes. Su metodología combina formación teórica y acompañamiento en territorio, permitiendo que los educadores reciban apoyo directamente en sus instituciones.
Durante este tiempo, "hemos beneficiado a más de dos millones de personas y hemos llegado a más de 3.000 instituciones educativas; trabajamos en diferentes áreas, trabajamos siempre de la mano con los docentes, así que hacemos tanto talleres de formación como acompañamiento in situ. Uno de nuestros diferenciales es que nuestras formaciones y acompañamientos ocurren en el territorio, siempre estamos en las instituciones educativas y apoyamos a los docentes en mejorar o fortalecer su práctica de aula para que los niños encuentren que el aprendizaje puede ser más innovador, más atractivo, más disruptivo".
La labor de la Fundación Terpel se realiza en coordinación con el Ministerio de Educación Nacional, mediante un memorando de entendimiento que permite focalizar los territorios con mayores brechas en calidad educativa y baja presencia institucional. “Trabajamos con las secretarías de Educación de cada municipio para seleccionar las instituciones donde realmente podemos generar un impacto”, explicó Montoya.
Los criterios de intervención incluyen los resultados de las Pruebas Saber, el nivel de infraestructura escolar y la motivación de los docentes y rectores. Además, todos los programas tienen una duración de entre tres y seis años, pues la organización considera que los cambios sostenibles en educación solo se logran con acompañamiento constante y de largo plazo.

Inversión y compromiso empresarial
La Fundación Terpel es financiada exclusivamente por la compañía Terpel, que aporta recursos anuales para el desarrollo de los programas educativos. En dos décadas, la organización ha invertido más de 85.000 millones de pesos en educación, y para 2025 cuenta con un presupuesto cercano a los 10.000 millones, de los cuales ya se ha ejecutado alrededor del 70%.
“Este es un compromiso netamente de la compañía con el país. Todo lo que invertimos está enfocado en educación pública”, enfatizó Montoya. Actualmente, la fundación trabaja en la construcción y adecuación de una biblioteca escolar y un aula interactiva en Nuquí, proyecto que será inaugurado en octubre y que beneficiará a comunidades del Pacífico con formación docente y recursos tecnológicos.
La Fundación Terpel desarrolla seis programas educativos de alto impacto, cada uno diseñado para fortalecer diferentes dimensiones del sistema educativo colombiano. Todos comparten un propósito común: mejorar la calidad del aprendizaje en las instituciones públicas y reducir las brechas sociales y académicas del país.
Los programas que impulsa
Escuelas que Aprenden
La estrategia está enfocada en fortalecer las instituciones educativas públicas de manera 360°, abordando aspectos directivos, pedagógicos, comunitarios y administrativos. Cada intervención tiene una duración de tres años e incluye formación a rectores, coordinadores y docentes en áreas como matemáticas, lenguaje, currículo y liderazgo institucional.
El programa también trabaja con las Secretarías de Educación, brindando talleres de gestión académica y acompañamiento en la elaboración de planes de mejoramiento. Actualmente, Escuelas que Aprenden opera en Yumbo, Neiva, Cartagena, Yopal, Mocoa, Facatativá y Popayán, beneficiando a decenas de instituciones. En Yumbo, por ejemplo, se ejecuta mediante una alianza empresarial junto a compañías como Smurfit Westrock, Propal y Celsia, con el propósito de articular esfuerzos privados en torno al desarrollo local.

Aventura de Letras
Con este programa, la fundación busca fomentar el hábito lector desde la infancia, dotando a las instituciones educativas de bibliotecas escolares completamente equipadas y adecuadas. Cada biblioteca incluye mobiliario nuevo, un entorno de aprendizaje agradable y una colección de 1.200 libros de literatura infantil y juvenil, cuidadosamente seleccionados para despertar el interés genuino por la lectura.
Hasta la fecha, la Fundación Terpel ha instalado 24 bibliotecas escolares en todo el país, con presencia en regiones apartadas. En 2025, inaugurará una nueva en Nuquí (Chocó), que integrará procesos de formación docente durante tres años, asegurando que el recurso físico se convierta en una herramienta pedagógica activa en el aula.
Aulas interactivas
Este programa nació durante la pandemia como una respuesta a la brecha digital y la falta de conectividad en las zonas rurales. Las Aulas Interactivas son espacios autosuficientes equipados con paneles solares, tabletas, gafas de realidad aumentada, tableros digitales y un servidor C3 que contiene más de 1.000 contenidos educativos precargados, accesibles sin conexión a internet.
Este ecosistema permite que niños y docentes en lugares remotos —como Inírida, Vichada, Providencia, Leticia, Guaviare y Cumaribo— accedan a recursos pedagógicos modernos y herramientas tecnológicas. En Nuquí, además, la fundación implementará un modelo híbrido que combina la lectura física de las bibliotecas con experiencias digitales inmersivas, fomentando el aprendizaje integral.
Diseña al cambio
Inspirado en el movimiento internacional Design for Change de India, este programa promueve la innovación social y el liderazgo juvenil. Los estudiantes identifican problemáticas de su entorno —como el bullying, la contaminación, la deserción o la violencia— y, mediante la metodología de cuatro pasos Siente, Imagina, Haz y Comparte, desarrollan proyectos para resolverlas.
Los mejores proyectos reciben financiación, formación y acompañamiento, y los ganadores representan a Colombia en el Encuentro Internacional de Diseño al Cambio. En 2024, estudiantes de Yopal viajarán a Japón con su iniciativa, luego de que en 2023 un grupo de niños de Envigado participara en Dubái. Este programa ya cuenta con presencia en más de 70 países, y en Colombia busca empoderar a los niños como agentes de cambio en sus comunidades.
Mi futuro ahora
Enfocado en el fortalecimiento del talento técnico, este programa financia hasta el 80% del valor de carreras técnicas y tecnológicas para empleados de Terpel, sus hijos y colaboradores indirectos (como lubricadores, personal de aeropuertos o plantas de abastecimiento).
Con esta iniciativa, la fundación promueve la movilidad social y la continuidad educativa, permitiendo que personas del sector de servicios accedan a educación superior con apoyo financiero y acompañamiento académico.
Líder en Mí
Basado en la metodología de Franklin Covey, este programa busca formar docentes y estudiantes en habilidades de liderazgo y competencias socioemocionales. Su objetivo es que las comunidades educativas desarrollen hábitos de gestión eficaz como la proactividad, la planificación, la empatía y la resolución de conflictos bajo el enfoque de “ganar-ganar”.
Actualmente, se ejecuta en Bello, Pereira, Sincelejo y Pasto, con procesos de tres años que impactan tanto el bienestar docente como la convivencia escolar. Para la Fundación Terpel, “trabajar en el ser” es tan importante como fortalecer los conocimientos técnicos: el equilibrio emocional y la mentalidad positiva son claves para un aprendizaje efectivo y sostenible.
Por Valentina Delgadillo Abello, periodista de Portafolio.
Fuente: https://www.portafolio.co/sostenibilidad/fundacion-terpel-impacta-en-la-educacion-de-ninos-en-poblaciones-en-zonas-rurales-642733